Israel declara el estado de emergencia militar tras los ataques en Líbano
Jerusalén, – El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, ha declarado este domingo el estado de emergencia militar tras ordenar una serie de ataques aéreos sobre posiciones de Hizbulá en Líbano. La medida responde a lo que las autoridades israelíes describen como un intento de frustrar un inminente ataque a gran escala por parte del grupo chií.
Los ataques, que comenzaron en las primeras horas del día, se centraron en diversas instalaciones militares de Hizbulá, incluidos depósitos de armas y centros de comando. Según fuentes militares israelíes, los bombardeos han logrado destruir una considerable cantidad de infraestructura estratégica del grupo militante.
«La decisión de declarar el estado de emergencia militar no se toma a la ligera», declaró Gallant en una conferencia de prensa. «Estamos enfrentando una amenaza real e inmediata para la seguridad de nuestros ciudadanos. No permitiremos que Hizbulá lleve a cabo sus planes de atacar a Israel.»
Contexto de la tensión
La situación en la frontera norte de Israel ha sido volátil en las últimas semanas, con varios enfrentamientos entre las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y combatientes de Hizbulá. El grupo chií, apoyado por Irán, ha intensificado sus actividades en la región, lo que ha llevado a Israel a aumentar su nivel de alerta.
Reacciones internacionales
La comunidad internacional ha reaccionado con preocupación ante la escalada de violencia. Naciones Unidas ha instado a ambas partes a la moderación, y ha pedido a Israel que evite acciones que puedan llevar a un conflicto de mayor envergadura. Mientras tanto, el gobierno de Líbano ha condenado los ataques israelíes, calificándolos de «agresión flagrante» y ha solicitado una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU.
Riesgos y perspectivas
Los analistas señalan que la declaración de emergencia militar es una señal de que Israel se prepara para un posible conflicto prolongado en la región. Con la posibilidad de un enfrentamiento a gran escala, los riesgos de una guerra regional se han incrementado significativamente. Los mercados financieros en Israel y la región han reaccionado negativamente, con una caída en las bolsas y un aumento en los precios del petróleo.
La situación sigue siendo tensa y es probable que los próximos días sean cruciales para determinar si esta escalada se convertirá en un conflicto abierto.
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